sábado, junio 7, 2025

¿Se terminó la corrupción?

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Andrés Manuel nos prometió que a partir del día uno de su gobierno la corrupción se terminaría, en sus 18 años de candidato nos prometió y nos juro que la corrupción no seria parte de su gobierno, debido a que la corrupción nunca había sido parte de él, aun que al rodearse de gente tan corrupta a lo largo de los años es difícil no volverte igual, un dicho mexicano dice “dime con quien te juntas y te diré quien eres” y si nuestro presidente se rodea gente corrupta como  Manuel Bartlett, y todos esos políticos corruptos del los 80´s entonces no me queda duda que es parte del mismo clan.

El objetivo de la segunda edición de mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) fue medir mediante encuestas la percepción de la gente frente a la corrupción y sus resultados fueron los siguientes: Entre 2019 y 2020 una mayor proporción de los mexicanos consideró que la corrupción había aumentado, pasando de 46 a 53 por ciento. Asimismo, Andrés Manuel López Obrador registró una caída de 19 puntos en su aprobación como presidente de marzo de 2019 a marzo de 2020. Esta caída es el reflejo de la pérdida de apoyo ciudadano hacia las acciones gubernamentales. Las medidas anticorrupción no son la excepción, pues el apoyo en este rubro pasó de 70 por ciento en 2019 a 43 por ciento en 2020. La evidencia de este año sugiere que esa ventana se ha reducido, pero aún existe la posibilidad de impulsar acciones institucionales que cuenten con gran aceptación para disminuir la prevalencia de este fenómeno: difundir los mecanismos de denuncia, transparentar las decisiones públicas, reducir los espacios para el intercambio ilegal de favores y extorsión, así como priorizar acciones que beneficien a la ciudadanía, sobre todo a los más vulnerables.

En otras palabras, los ciudadanos comunes y corrientes como el que les escribe, pensamos que la corrupción ha aumentado considerablemente en los últimos 12 meses, con respecto a los años anteriores, todo esto lo podemos ver desde el momento en el que vamos a una oficina gubernamental y nos piden una cooperación (mordida) para agilizar los trámites, esas son las pequeñas corrupciones que vemos las personas día a día, no se diga el policía de transito que esta parado en una esquina estratégica esperando a que alguien de una vuelta prohibida y al acercarse a él le pida una Sor Juana (como le llamábamos antes a los billetes de 200, sin embargo hoy no quieren menos de 500 pesos), la corrupción la vemos todos los días también en la licitaciones que se dan de forma  directa sin ningún tipo de obstáculo a conocidos, amigos e incluso a empresas de los propios funcionarios del gobierno, estamos viendo como lucran con la salud de las personas, este es el caso de el hijo de uno de los grandes consentidos del presidente. El hijo de Manuel Bartlett.

El gobierno de Hidalgo asigno a Cyber Robotics Solutions (propiedad de León Manuel Bartlett Álvarez) un contrato por 31 millones de pesos por 20 ventiladores respiratorios. Que nos expliquen en que parte de el mundo un gobierno se atreve a comprar un ventilador en un millón 550 mil pesos, eses mismo día se registro una compra de un ventilador con similitudes a los comprados a Cyber Robotics Solutions a una empresa Eslovaca llamada Conduit Life por 880 mil pesos, esto nos dice el nivel de cinismo con el que esta robando el hijo del Bartlett

MCCI detectó una diferencia de hasta 85% entre el precio más barato y el más caro. En la revisión de contratos se compararon los precios pagados por el Gobierno federal por ventiladores de similares características, descritos por el Consejo de Salubridad General como “equipo electromecánico controlado por microprocesador, de soporte de vida para apoyo ventilatorio en pacientes que tienen comprometida la función respiratoria”

Desde el 27 de marzo, cuando el presidente Andrés Manuel López Obrador firmó un decreto para que el gobierno federal pudiera adquirir de manera directa y sin licitaciones equipo médico, se han efectuado 30 procedimientos de asignación para la compra de ventiladores respiratorios, pero muchos de ellos a precios inexplicables y exorbitantes.

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