Mucho se habla de la desgracia en la línea 12 del Metro, la muerte de 25 pasajeros y cerca de 100 heridos, pero poco se dice de lo que sucede con el lugar donde sucedió esta tragedia; de manera sistemática se lleva a cabo la destrucción de pruebas para evitar se demuestre la culpabilidad dolosa de algunas autoridades.
Para la desgracia de las familias que están viviendo esta tragedia, nos encontramos en época electoral, y se hace lo imposible por esconder la culpabilidad de las autoridades de los gobiernos de Morena, el federal y el local.
A pocas horas de sucedida la tragedia de inmediato se alteró la escena, a la vista de todos, las pruebas que servirían para la emisión de los peritajes necesarios para deslindar responsabilidades están siendo removidas, ocultas o destruidas, lo que constituye un ilícito. ¿A quién pretenden proteger?
Mucho antes de sucedida esta desgracia se hablaba de lo mal construida y edificada esta línea, autoridades anteriores y por supuesto Claudia Sheimbaun, la directora del Metro, Florencia Serranía Soto, el hoy secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard y la empresa que construyó esa pésima obra pública son culpables y deben responder por las muertes y los heridos. Fueron imprudentes y negligentes.
Obviamente Andrés Manuel López Obrador vuelve a generar circo, maroma y teatro en su conferencia mañanera, culpando a candidatos de la oposición de cometer delitos electorales, calificando de irresponsable a las autoridades de la FEPADE por no actuar e iniciar las carpetas de investigación penal. Mientras el presidente solapa y protege a los responsables de los trágicos hechos del derrumbe de una de las estructuras de concreto que sostenían el paso de los vagones del Metro.
Para AMLO es más importante distraer al electorado para proteger a Claudia Sheimbaum y Marcelo Ebrard y quitarles de encima el problema político por los delitos cometidos originados por los brutales recortes al presupuesto de mantenimiento del Metro, la pésima y carísima construcción en el gobierno de Ebrard; sin embargo, la Fiscal capitalina no tocará a los políticos de la 4T.
Esto apunta a que no les pasará nada a los servidores públicos del gobierno de la Ciudad de México, que ordenaron la modificación y alteración de la escena del crimen ¿dónde quedó la Fiscal de hierro Ernestina Godoy Ramos? No cabe duda de que la procuración de justicia en la Ciudad de México es clasista y selectiva.
No mentir, no robar, no traicionar, solo queda como un argot publicitario más de Andrés Manuel López Obrador; la realidad demuestra lo contrario, mienten, roban y traicionan con singular cinismo. Por eso y más Morena y AMOLO tendrían que ir en picada en las próxima elecciones.