Es bien sabido que Andrés Manuel López Obrador tiende a obviar las leyes e incluso ordena la violación de resoluciones emitidas por el Poder Judicial de la Federación, así lo ha demostrado desde que fue gobernador del Distrito Federal.
Hoy día como Presidente de la República, ha ridiculizado al poder judicial al emitir una orden para que se continúen los trabajos de construcción del Tren Maya violentando las suspensiones de amparo al calificar como Seguridad Nacional la construcción de este, su impertinencia viola los derechos humanos y las garantías individuales.
La falta de conocimiento que tiene de las leyes y el miedo que deben de tener sus subordinados (cualquier secretario de estado) para decirle que sus caprichos no pueden ser llevados a cabo con solo pensarlo y ordenarlo, lo llevan a acciones tontas como el intento de acuerdo dirigido a diversas secretarías a su cargo, para que no cumplieran con las leyes y basaran sus acuerdos en una orden administrativa. Obvio esta disposición fue declarada inconstitucional ya que, un acuerdo administrativo no puede eximir del cumplimiento de una ley.
Así el presidente pretendió agilizar los trámites en la realización de sus obras, simplemente tenían que basarse en la orden del presidente de la República. Los caprichos antes que el Estado de Derecho.
Regresando al Tren maya; su pésima planeación, los cambios de ruta, el ecocidio de la selva, los juicios de amparo, las ilegales expropiaciones que después no operan por los cambios, las supuestas indemnizaciones a los afectados, por todo ello, la obra se ha ido retrasando varios meses y no hablemos de los millones que se invierten y que van a los bolsillos de unos cuantos que se están enriqueciendo y que quizá, solo quizá, sea por ello que a los allegados de Andrés Manuel López Obrador no les importa que el loco de palacio haga lo que le plazca, finalmente todo ese dinero de los contribuyentes cae en la manos de alguien.
Ya con un sexenio perdido, Andrés Manuel López Obrador en su desesperación, lo lleva a tomar medidas abusivas, draconianas que violentan juicios de amparo, suspensiones provisionales y definitivas. Total, se inventa la declaración de seguridad nacional y cree poder abusar del derecho en perjuicio de terceros y en franca confrontación al Poder Judicial de la Federación, algo que cualquier estudiante de licenciatura le podría decir que no tiene cabida ni vistas para prosperar, es decir, en cualquier momento esta intentona por seguir con la construcción del Tren Maya será echada para atrás.
Es inminente que las empresas y empresarios que ejecutan los trabajos de la obra del Tren Maya, serán acusados por desacato, ello implica la comisión de un delito federal. Los jueces deben proceder, es su obligación.
Vale la pena recordar, desde el 15 de marzo pasado, Andrés Manuel López Obrador pidió a su empleado, el ministro Arturo Zaldivar, investigara al Juez Gómez Fierro, por conceder amparos. Hasta hoy no se sabe nada, sin embargo, el 18 de julio volvió con la amenaza de investigar a todos los jueces que concedan amparos en su contra.